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21 Ağustos 2025 Perşembe

LYON FRANCIA

 

Momentos de cuento

Este mes fuimos a visitar a una amiga en Francia, junto con una de mis mejores amigas, Nadiye. Ella vino desde Mersin y yo desde Esmirna.

Habíamos comprado los billetes muchos meses antes. Cuando se acercó el viaje, empezamos a emocionarnos.
Nadiye y yo nos encontramos en el aeropuerto de Estambul. Llegamos a Lyon el 9 de agosto, donde Gulhan nos recibió.


Al día siguiente, Nadiye se despertó muy temprano. El aire estaba tan limpio que dormir poco era suficiente.


Las tres fuimos a un mercadillo en un pueblo cercano. Compramos frutas y verduras. Según yo, los precios eran económicos en comparación con los de Turquía.

Después fuimos a Carrefour. En el supermercado no había ningún personal, ni en la caja ni en los pasillos.

Allí aprendimos que en Francia los domingos todo cierra y la regla se respeta estrictamente. También los lunes en muchas partes. Además, como era agosto, mucha gente estaba de vacaciones, por lo que muchas tiendas estaban cerradas.

Al día siguiente, el Lunes, fuimos a Lyon. Gulhan estaba muy atenta porque el aparcamiento en Lyon es de pago y hay muchas reglas. Incluso, seguir la navegación era difícil. Compramos un billete de aparcamiento por 5 horas y empezamos a descubrir la ciudad.

Por la ciudad pasan dos ríos. Lyon es conocida por su gastronomía. Por eso comimos en un restaurante local y pedimos un plato del día.

Aunque muchas tiendas estaban cerradas, hicimos algunas compras y volvimos a casa.

Al día siguiente nos quedamos cerca de la casa para descansar un poco. Fuimos a Villefranche, el pueblo más cercano, para pasear.

El miércoles fue el día más intenso. Nos despertamos muy temprano porque teníamos un viaje de más de dos horas. El destino era Annecy, una ciudad junto al lago. Cuando llegamos, nos fascinó la belleza de esta ciudad: era como una ciudad de cuento de hadas.

A solo unos kilómetros de Annecy hay otro pueblo que se llama Talloires, también muy simpático. Fuimos de Annecy a Talloires. Hacía mucho calor, pero habíamos olvidado los trajes de baño en casa.
Gülhan me miró con picardía y me preguntó si quería nadar con ella en sujetador. “Nadie va a mirarnos”, me dijo. Acepté y nadamos en ropa interior en el lago. Fue muy divertido.

El jueves fue el día de las compras. No había muchas opciones, pero elegí algunos regalos para mis padres, mi sobrino y mi hermana.

Por la tarde fuimos a un festival en el pueblo de Fleurie. El festival estaba en la plaza del pueblo. Amigos, compañeros y familias estaban allí. También había un concierto.

Los colegas de trabajo de Gulhan ya habían llegado y se habían sentado. Todos habían traído comida y vino.
Nos recibieron de manera muy simpática. Algunos no hablaban inglés, pero nos saludaron con mucho cariño.
Después de unas horas, paseamos por el pueblo para descubrir el ambiente. Había un restaurante con estrella Michelin.

El último día, el viernes, descansamos y dejamos la casa en orden antes de irnos.
En este viaje fue muy divertido vivir una cultura no como turistas, sino como locales. Vimos la vida cotidiana, conectamos con personas del lugar, hicimos compras en el mercadillo del pueblo. Cocinamos, bailamos, nadamos…

Hemos reunido recuerdos inolvidables. Gracias a la vida por tener amistades tan buenas y reales, y por poder viajar con salud.
¡Hasta nuestro próximo viaje!